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Testimonio Sr Marco Tulio Pineda Arrieta

Asocvencol lo apoya, ante la muerte de su esposa. 
Durante un vuelo con dirección a Bogotá, la esposa de Marco Tulio sufrió de un infarto. El venezolano recibió  apoyo por parte de los comités Legal y de Salud

El caraqueño Marco Tulio Pineda Arrieta perdió a su esposa Omaira Rigaud Yepez, luego de que sufriera de un infarto, el pasado 6 de enero, en un vuelo proveniente de Madrid, con destino a Bogotá. La pareja estaba completando la primera parte de su viaje de regreso a Venezuela, tras pasar las festividades navideñas con su hija, quien reside en Barcelona, España, desde hace varios meses.

Después de despedirse con mucho cariño de su hija, asegurándole que estaría bien, Rigaud tomó, junto a su marido, un avión de la aerolínea española Iberia,  en el que sufrió el ataque. Según narra Pineda, ante el dolor de estómago del cual se quejaba su esposa, no recibió atención médica durante el vuelo. Sólo le dieron un jugo de naranja, con la esperanza de que aliviara su malestar hasta aterrizar en Bogotá.

Al llegar, la mujer de 69 años fue atendida en el  departamento de Emergencias del aeropuerto El Dorado y transferida, horas más tarde, al Hospital Santa Clara, donde se mantuvo en terapia intensiva.

Pineda intentó comunicarse con la Embajada de Venezuela en Colombia, para recibir su apoyo ante la situación. Sin embargo, no obtuvo respuesta.

Dos días después, gracias a una publicación en redes sociales de un conocido del señor Marco, Asocvencol se enteró de su caso y miembros de los comités Legal y de  Salud se dirigieron al Hospital y, posteriormente, a la posada en la cual se hospedaba el hombre de 68 años. El objetivo era brindarle asesoría y apoyo, dadas sus condiciones de turista en Colombia.

“Cuando supo que la Asociación lo estaba buscando, rompió a llorar. Sabía que  Dios le había mandado ayuda”, comenta Daniel Pagés, presidente de Asocvencol. “A partir de nuestro primer contacto con él, nos hicimos cargo de las gestiones administrativas, de las diligencias en el hospital y de su alimentación y hospedaje.

Días después, la Asociación lamentó conocer que la señora Omaira había fallecido. Sustentados en la ley que protege a los turistas, los comités lograron exonerar a su esposo de los gastos en el Hospital. Asimismo, por medio de una alianza con Asocvencol, la cremación del cuerpo también resultó gratuita.

Más tarde, el Comité de Turismo de la Asociación, se aseguró de que el señor Marco pudiera regresar a Caracas con las cenizas de su esposa, sin mayores contratiempos. “Para él, las dificultades fueron completas. No conocía a la ciudad ni tenía a nadie, y la Asociación le brindó su apoyo”, asegura Pagés.

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