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Testimonio Sr. Benjamín Emilio Castañeyra Ramírez.

TESTIMONIO PERSONAL

Mi nombre es Benjamín Emilio Castañeyra Ramírez. Vengo de la ciudad de Valencia, Edo. Carabobo, donde llevé una vida inmersa en la iglesia católica y una actividad parroquial consolidada en la Parroquia San Juan Bosco, al sur de Valencia.

Durante 17 años, estuve bajo la tutela de los reverendos padres salesianos Pablo Modesto González (actualmente, obispo de Guasdualito), y Orlando Gramcko (actualmente, párroco de la Iglesia María Auxiliadora de Sarria, Caracas). Además, fui cantante en el Coro Arquidiocesano de Valencia y participé en actividades misioneras en zonas endémicas del país como los estados Apure, Barinas y Guárico.

En ese proceso, me diagnosticaron una condición cardiaca que ponía en peligro mi vida, por lo cual decidí regresar a mi ciudad natal. Viví una lenta recuperación y costosa medicación, que me hicieron entender la dura realidad de los enfermos en Venezuela, quienes no consiguen los medicamentos para su tratamiento, no se pueden hacer exámenes por la falta de reactivos, tampoco dieta por la escasez de alimentos…

Enardecido por la situación, participé en las manifestaciones que ocurrieron en mi ciudad, durante los meses de febrero y marzo de 2014. Ahí comenzó un ciclo de acoso y persecución que causó la salida de los miembros de mi familia del país.

Mi madre es activista del partido opositor Voluntad Popular y sus hijos somos conocidos como disconformes. El acoso fue tan intenso que dos de mis hermanas huyeron a España.  Luego de eso, recibimos amenazas de muerte que me motivaron a huir de Venezuela el 10 de septiembre de 2015. Crucé la frontera al día siguiente y, luego de 41 horas de viaje, llegué a la ciudad de Cali, en Colombia.

Durante un mes, estuve hospedado en casa de una amiga. Para entonces, no había considerado aplicar a la condición de refugiado. Sin embargo, cumplidos los primeros 15 días de mi estadía en Colombia, viajé a Bogotá para recibir asesoría de ACNUR, respecto a las posibilidades de realizar esa gestión. Inicié el proceso, hice la solicitud de refugio en la cancillería, hice paralelamente el proceso en ACNUR y me contacté con ASOVENCOL.

Regresé a Cali después de ratificar la solicitud de asilo. Sin embargo, tras hacer una solicitud de apoyo económico a ACNUR y de recibir el subsidio a partir del mes de octubre, me mudé a la ciudad Bogotá, donde me encargué de hacer diligencias que me permitieran obtener algunos beneficios. Uno de ellos fue empezar cursos cortos en el SENA, relacionados con mi profesión: Administración Comercial. Para eso, me acerqué a la oficina de la Agencia Nacional de Empleo de Colombia y convalidé mi título de bachiller, el cual, por suerte, traje apostillado.

He hecho los cursos de Fundamentos de Nomina y Prestaciones Laborales, NIIF en Colombia, CRM – Administración de Relaciones con el Cliente, y estoy preinscrito en los cursos de Inglés Nivel 6 (Virtual) y emprendimiento (Virtual).

Asimismo, conseguí la Vinculación con el Fondo Distrital de Salud, que me permite acceder a ese derecho con un pago mínimo. Luego de una entrevista con trabajo social, en un hospital de Chapinero, conseguí que se me diera el status de un desplazado interno en Colombia.

Sigo esperando respuesta de la petición de asilo. Probablemente llegará en febrero la invitación a una entrevista para resolver mi situación legal en Colombia.

Este testimonio es para suministrar información a otros venezolanos, con el fin ayudarlos a resolver su situación migratoria.

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